04/02/2013 por Ana Fernández
A veces, la ilusión de una madre por darle lo mejor a su hijo siguiendo las recomendaciones de qué es “lo mejor” para su bebé puede hacer que esa madre pierda contacto con su propia necesidad y la de su hijo.
En realidad todas las madres tienen, en su interior esa “sabiduría interna” que les dice, si son capaces de escucharla, lo que se necesita en cada momento, más allá de manuales. Fomentando la escucha al propio cuerpo y al hijo nacido de éste se fortalece el vínculo entre estos dos seres y se puede atender mejor la necesidad de ambos.