Publicado el 25/06/2012 por Paulina Ramírez
De fobias
Miedo o rechazo hacia un estímulo específico llevado a su máxima expresión. La persona que padece una fobia va restringiendo su vida cada vez más por la hipervigilancia que tiene hacia el estímulo fóbico y esta situación le provoca una ansiedad elevada. En realidad, tener una fobia limita y hace sufrir y muchas veces es muy incómoda pues implica sentir algo que muchas personas no sienten y algunas veces ni siquiera entienden.
Yo creo en fantasmas
La existencia de los fantasmas no está en cuestión. ¡Existen! Hemos hecho un milenario y laborioso trabajo para construirlos y para que formen parte nuestra. Además, los hemos construido con un objetivo particular y muy serio: asustarnos. Y el éxito de esta construcción psíquica es indudable porque vivimos asustados y evitando enfrentarnos a ellos. La paradoja se cierra sobre nosotros mismos: hemos construido una jaula perfecta.
De fobias y de fantasmas
El miedo ante un estímulo fóbico es real, la persona no exagera ni quiere llamar la atención, simplemente está herida y es la herida quien habla. Dicha herida es su fantasma. En Terapia Gestalt escuchamos a nuestros fantasmas, ellos guardan una información de nosotros mismos muy valiosa y los aprendemos a escuchar de la mano de alguien que ya ha oído a los propios. De la mano de alguien, el miedo se vuelve menos miedo.
Reseñas
Vera, M.; Roldán G., (2009). Ansiedad Social. Manual práctico para superar el miedo. Madrid: Pirámide.