Un proyecto europeo promueve evitar el castigo físico a niños en familias e instituciones
La falta de estrategias educativas alternativas hace que las familias latinas abusen del castigo físico y psicolólogico para educar a sus hijos.
31/05/2013 por Qualia.
Los primeros resultados del proyecto europeo Daphne Erradicación del uso del castigo físico sobre los niños en las familias y en las instituciones, indican que las prácticas más abusivas, como es el uso de palos, cinturones etc. aunque son poco frecuentes, se dan más en familias de origen español y de América Latina, no habiendo diferencias significativas por centro y nivel. Los menores estiman que en un 88% les gritan, siendo este el máximo valor en cuanto a experiencias de algún tipo de maltrato. El 34,5% de los adultos encuestados manifiestan que recibieron azotes, cachetes o bofetones.
El castigo físico por tanto sigue siendo una práctica bastante extendida, sin embargo el castigo psicológico tiene mayor presencia, "con lo que existe el riesgo de que, ante la falta de herramientas, se estén sustituyendo unas pautas por otras". El estudio aprecia “un cambio en la actitud de la juventud española. El 92,7% de la población universitaria está en contra de la utilización del castigo físico aún cuando este no infrinja lesiones en el menor".
Consideran además que no implica necesariamente una falta de afecto por parte de los padres sino una falta de estrategias educativas alternativas.
Las conclusiones pasan por la propuesta que hacen las instituciones participantes de tolerancia cero al castigo físico como estrategia educativa, para lo que proponen dotar a padres y educadores de herramientas adecuadas para educar y corregir a los menores, piden sensibilizar a la población, así como desarrollar programas de capacitación.
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