Estamos determinados, como el resto del Universo, por las leyes naturales
La libertad es una ficción cerebral, según confirman las últimas investigaciones sobre neurociencias. Estas investigaciones han determinado que la actividad cerebral previa a una acción es muy anterior (hasta 10 segundos) a la impresión subjetiva del propio sujeto.
07/06/2013 por Qualia.
En Alemania algunos especialistas están reclamando la revisión del código penal para adecuarlo a los resultados de la neurociencia, que determinan que la libertad, la voluntad libre o el libre albedrío es una ficción cerebral. Es la conclusión de experimentos recientes, que corroboran teorías anteriores, y que indican que la actividad cerebral previa a un movimiento, realizado por el sujeto, es muy anterior (350 ms) a la impresión subjetiva del mimo de que va a realizar ese movimiento (200 ms antes del movimiento). Esto quiere decir que la impresión subjetiva de la voluntad no es la causa del movimiento, sino que, junto con éste, es una de las consecuencias de una actividad cerebral que es inconsciente.
Unos resultados contraintuitivos porque todos tenemos la impresión subjetiva falsa, de que somos libres para elegir entre varias opciones. Además, no se ha descubierto en el cerebro ninguna región de la que pueda decirse que se activa por algún factor externo al cerebro, como sería el caso si fuera activada por el alma. Por tanto, el alma no es ninguna hipótesis neurocientífica.
El problema de la libertad está influyendo además de en el derecho penal, en los conceptos de la responsabilidad, la culpabilidad, la imputabilidad y el pecado, base de las religiones tradicionales. Para terminar destacar varias citas de reconocidas personalidades:
Baruch Spinoza. “Los hombres se equivocan si se creen libres; su opinión está hecha de la consciencia de sus propias acciones y de la ignorancia de las causas que las determinan.
Albert Einstein: “El hombre puede hacer lo que quiera, pero no puede querer lo que quiera”. Y también: El hombre se defiende de ser considerado un objeto impotente en el curso del universo, pero, ¿debería la legitimidad de los sucesos, tales como se revela más o menos claramente en la naturaleza inorgánica, cesar su función antes las actividades de nuestro cerebro?. Wolfgang Prinz “No hacemos lo que queremos, sino que queremos lo que hacemos.”
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