Empiezan a ser conocidos los mecanismos fisiológicos que subyacen a los beneficios derivados de la práctica de la meditación
Científicos norteamericanos han revelado que los beneficios psicológicos de la práctica de la meditación tienen su sustrato fisiológico en el incremento de la actividad de la enzima telomerasa, implicada en los mecanismos que determinan la longevidad celular. Por tanto, la meditación proporciona a sus practicantes grandes beneficios tanto psicológicos como físicos.
26/12/2010 por Teodoro Sanromán.
Los 30 participantes del estudio llevaron a cabo un programa de meditación intensiva durante tres meses. Al finalizar los investigadores compararon sus niveles de actividad de telomerasa, enzima implicada en el mantenimiento de la salud y longevidad celular, y el nivel de diversas variables psicológicas beneficiosas, con los de otras 30 personas que no habían meditado. El resultado mostró un incremento significativo de la actividad de telomerasa y del nivel de las variables psicológicas en los meditadores, además de una reducción de emociones negativas y neuroticismo.
Con esta investigación empezamos a conocer los mecanismos fisiológicos que se encuentran tras los beneficios de la práctica de la meditación.
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