Expertos en infancia han revelado, tras realizar una investigación en la que participaron 1.314 niños, que la exposición a la televisión de niños de dos años tiene consecuencias negativas a largo plazo. Estos efectos van desde una deficiente adaptación escolar hasta la adopción de malos hábitos para su salud.
20/05/2010 por Teodoro Sanromán
El objetivo del estudio, con 1.314 niños, ha sido determinar el impacto que tiene la exposición a la televisión en niños de dos años y las consecuencias en el éxito académico futuro, la forma de vida y el bienestar general.
"Cada hora adicional de exposición a la televisión en niños y niñas que comienzan a andar se corresponde en el futuro con una disminución de la motivación escolar y del rendimiento en matemáticas, un aumento del acoso por parte de los compañeros de clase, una vida más sedentaria, un mayor consumo de comida basura y por último, un mayor índice de masa corporal”, señala la directora del estudio Linda S. Pagani.
“La primera infancia es un período crítico para el desarrollo cerebral y para la definición del comportamiento. Altos niveles de consumo de televisión durante este período pueden originar futuros malos hábitos de salud. Se debe impedir a los niños de dos años que vean la televisión para evitar que adopten hábitos mentales y físicos pasivos en las fases posteriores de la infancia", advierte Pagani; que concluye indicando que "la televisión ocupa un tiempo que podría emplearse en otras actividades y tareas más enriquecedoras que fomenten el desarrollo cognitivo, motor y del comportamiento".
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